Electromiografía
La electromiografía nos ayuda a estudiar el sistema nervioso periférico y los músculos que inerva, permite diagnosticar enfermedades neuromusculares, así como determinar su intensidad y origen.
¿Porqué se realiza una Electromiografía?
La Electromiografía (EMG) es utilizado por científicos y médicos con la finalidad de estudiar el sistema neuromuscular y así poder diagnosticar enfermedades o anomalías neuromusculares.
La EMG es el Registro de la actividad muscular (actividad eléctrica) mediante electrodos de aguja (existen diversos tipos) que se insertan en el vientre del músculo. Dependiendo del tamaño del músculo, pueden ser necesarias de una a 5 inrserciones para obtener adecuadamente el registro.
Después de la actividad eléctrica causada por los electrodos, el electromiógrafo indicará si los resultados de la actividad eléctrica muscular son normales o anormales, ese decir, en una actividad ‘normal’ el músculo no tiene por qué presentar una actividad espontánea y cuando se presentan anomalías, miopatías o neuropatías, puede ser debido a alguna enfermedad neuromuscular, tales como:
- Lesiones de Neurona Motora (Asta anterior): Esclerosis lateral amniotrófica, atrofia espinal, poliomielitis
- Lesiones de raíces motoras y sensitivas o plexos (radiculopatías y plexopatías)
- Alteraciones de transmisión neuromuscular (pre y postsinápticos): Miastenia Gravis, Síndrome Miasténico de Lambert-Eaton
- Neuropatías motoras y sensitivas (Síndrome Guillain Barre, neurópata diabética, parálisis facial, nervio periférico, túnel del carpo, túnel del tarso, etc.)
- Trastornos primarios de músculo esquelético (miopatías)